Cuando el viento frío penetra por todos los rincones, nada puede compararse a la calidez de un plato de cuchara caliente. En invierno, son los platos de cuchara los que se convierten en los verdaderos héroes que no sólo te mantienen caliente, sino que también te dan una sensación de acogimiento y paz. En Madrid, donde el invierno puede ser imprevisible, hay bastantes lugares que sirven generosamente obras maestras calentadoras, convirtiendo cada comida o cena en un auténtico ritual de saboreo.
El chef de Bistronómika, Carlos del Portillo, se ha hecho un nombre en la capital gracias a su maestría con los pescados a la plancha. Pero su talento culinario no se limita a esto, también se le dan muy bien los guisos y los postres. Pero si tienes la suerte de pillar sus verdinas con cigala, dado que el restaurante es siempre de temporada, seguro que te sentirás la persona más afortunada del mundo.
C/ Ibiza, 44A los pocos metros, nos recibe el aroma que desprenden los fogones de la cocina desde por la mañana, obligándonos a hacer otra parada imprescindible. Se trata de La Cocina de Frente, la casa del chef Carlos García, un verdadero conocedor de los guisos. Aquí siempre se pueden encontrar verdaderas obras maestras culinarias, especialmente apreciadas por quienes añoran los platos acogedores preparados por las manos de sus abuelas. Destacan sus verdinas con perdiz escabechada y sus lentejas con rebozuelos.
C/ Ibiza, 40En los restaurantes del grupo La Ancha siempre encontrarás guisos únicos. En esta época del año, son especialmente populares las rustidas pochas frescas con tendones y chalotas en escabeche, servidas en uno de los últimos proyectos de Nino Redruello, El Omar. Y por supuesto, no olvides llevarte a casa una rebanada de uno de sus deliciosos panes horneados en su propia panadería. Seguro que le da un toque especial a su comida.
Pl. del CarmenTodo el mundo en Madrid sabe que los hermanos Aparicio son verdaderos maestros de las artes culinarias. Puedes comprobarlo por ti mismo en sus restaurantes Cachivache, Salino o La Raquetista, el primer proyecto de los hermanos, que se hicieron famosos gracias a la ya cerrada Bodega Santurce. Esta emblemática institución callejera ibicenca ofrece un plato único de guisantes con butifarra negra, setas y foie gras que no se puede probar en ningún otro sitio.
C/ Doctor Castelo, 19Con más de 130 años de historia, este legendario restaurante del barrio de Chambéry ofrece una auténtica herencia culinaria de la cocina madrileña. En el Café Comercial, el Chef Pepe Roch ha desarrollado un menú que conserva las mejores tradiciones de sabores, como ejemplifica la clásica trebuchea madrileña, un plato que encarna a la perfección el espíritu del restaurante. Una vez que hayas probado estos exquisitos platos, entenderás al instante por qué este lugar lleva años atrayendo a comensales famosos.
Gta. de Bilbao, 7Al crear el restaurante de Cadaqués, Iñaki López de Viñaspre siempre quiso rendir homenaje a la auténtica cocina de los pescadores mediterráneos. Uno de los platos estrella de la carta, tanto en Madrid como en Barcelona, han sido los platos que se sirven con cuchara. Estas obras maestras culinarias se pueden encontrar en la sección de cocina pausada, y entre las recomendaciones especiales se encuentran las alubias blancas con bacalao y morcilla, que se han convertido en una marca registrada del restaurante.
C/ Jorge Juan, 35La taberna más auténtica del barrio de Las Salesas, Casa Orellana, ha sido aclamada por traer a la capital las mejores tapas de la tradición culinaria andaluza. Su amor por la cocina casera y los sabores clásicos inspiró la sección «Guisos y cuchara». Con un horario de 24 horas, podrás disfrutar de sus tapas y platos de cuchara siempre que te apetezca.
C/ Orellana, 6Los hermanos López de Viñaspre tienen una sección dedicada a la «cocina de la abuela» en uno de sus restaurantes, y uno de los platos que encontramos en la sección de cuchara es ya todo un clásico de Sagardi: callos y morro a la riojana. Este plato es la forma perfecta de darse cuenta de que esta familia valora el producto, el fuego y la calidad de las materias primas. Estos tres elementos son la base de una cocina honesta que nos devuelve al ambiente de las sidrerías de antaño.
C/ Jovellanos, 3El nuevo Petramora de Madrid ofrece platos gourmet creados por el chef Jordi Vila, galardonado con una estrella Michelin. Entre las delicias «listas para comer» que puedes llevarte a casa o a la oficina están los garbanzos con bacalao y callos, elaborados con cola de pescado, cebolla caramelizada y guindilla seca, y los callos, que incluyen cabeza de ternera, chorizo dulce y picante, garbanzos, jamón ibérico y guindilla.
C/ Barquillo, 40En el restaurante más antiguo de Madrid, Lhardy, el menú de invierno presenta algunos de los platos más acogedores y cálidos.
En la planta superior, las lujosas habitaciones están decoradas con soperas y platos de plata en los que se sirve el famoso cocido de Lhardy. Pero no es el único plato de cuchara que merece la pena probar. La sopa de cebolla es otra gran recomendación. Está hecha con cebollas pochadas, consomé de Lhardy, con pan tostado de la panadería de la casa y espolvoreada con queso comté gratinado fundido por encima.
Carr.ª de San Jerónimo, 8Los hermanos Sergio y Roberto Hernández siguen desarrollando una cocina cada vez más singular. Dominan los platos tradicionales, y viajar y trabajar en el extranjero, en países como Perú, Singapur y Filipinas, les ha hecho conocer recetas y técnicas que aplican con maestría a las cartas de sus restaurantes en Madrid.
Si te gustan los guisos en invierno, merece la pena probar sus platos de cuchara. Entre ellos, el potaje de pochas, tierno y delicado, con distintos tipos de carne como cordero o conejo, además de pescado y, por supuesto, setas. No te pierdas tampoco los deliciosos callos a la madrileña y las albóndigas, que son un homenaje a la madre de los hermanos.
P.º de la Castellana, 115Desde que abrió sus puertas en 2009, Arzábal Retiro tiene una filosofía clara: ofrecer productos de primera calidad, platos tradicionales con una vuelta de tuerca y crear un ambiente agradable tanto en la barra como en la mesa. Uno de sus platos imprescindibles, que siempre recomiendan para volver a los sabores de su cocina natal, son las patatas rebozadas, estofadas en un caldo marinero y acompañadas de cigalas envueltas en tocino ibérico. Esta combinación seguro que hace suspirar de placer a cualquiera.
C/ Menéndez Pelayo, 13Para saborear el mar a cucharadas, dirígete a Lobito de Mar, donde se preparan pescados y mariscos en diversas interpretaciones. Durante los meses más fríos del año, son especialmente populares las sorprendentes cazuelas a base de fideos, con mariscos, crustáceos y berberechos para elegir.
C/ Jorge Juan, 10La visita a este emblemático restaurante que forma parte de la historia gastronómica de Madrid, es casi obligada. Aunque nació en 1941 como una taberna taurina diseñada por Salvador Blázquez, ha evolucionado hasta convertirse en un restaurante en su segunda generación. Situado en el barrio de Chueca, sirve platos clásicos cocinados con mimo y dos hits: el rabo de toro y la merluza rebozada. Pero más allá de eso, aquí siempre hay platos de cuchara que pueden cambiar cada día. Por ejemplo, en la sección «Legumbres con chorizo» hay deliciosas recetas con lentejas o alubias blancas. No olvides que aquí encontrarás sopa de fideos o de pescado, callos a la madrileña y consomé.
C/ Barbieri, 12Si has encontrado una errata o un error, selecciona el fragmento de texto que lo contiene y presiona Ctrl+↵
