Madrid místico: leyendas y secretos de la capital

La Casa de las Siete Chimeneas

Esta casa esconde una desgraciada historia de amor. En el siglo XVI, el rey Felipe II tenía una amante (en algunas leyendas, una hija ilegítima). Como muestra de su amor, el rey decidió construir una casita en las afueras de Madrid.

Con el tiempo, Elena (amante o hija) se casó con el capitán Zapata, que murió en Flandes. Loca de dolor, la mujer se suicidó. Su esqueleto no se encontró hasta el siglo XIX. Existe la leyenda de que unos años antes, la mujer apareció vestida con una túnica blanca y con una antorcha en la mano. Caminó por el tejado de un edificio, esquivando chimeneas y causando temor entre los habitantes de la capital.

Palacio de Linares

La historia de la actual Casa América tiene una trágica leyenda.

Aquí vivió el Marqués de Linares. Un día se enamoró y preguntó a su padre si podía casarse con Raimunda de Ossorio y Ortega. Su padre se opuso rotundamente al matrimonio. Y para asegurarse de que su hijo no se casara, lo envió a estudiar a Londres.

Tras la muerte de su padre, los amantes decidieron casarse. Sin embargo, descubrieron que eran hermanos. Pero el amor era tan fuerte que decidieron pedir permiso al Vaticano. Se les permitió casarse, pero sólo si vivían en castidad.

Al cabo de un tiempo, tuvieron una hija, Raimundita. Aterrorizados y temiendo un escándalo, los padres mataron a su hija. Se dice que la niña aún vaga por los pasillos del Palacio de Linares.

El nº 3 de Antonio Grilo

La historia de El nº 3 de Antonio Grilo sigue siendo muy controvertida. En el transcurso de 19 años se produjeron aquí varios asesinatos.

El primero de ellos tuvo lugar el 8 de mayo de 1945. El camisero Felipe de la Braña Marcos fue encontrado muerto en el barrio. Según la leyenda, la policía sólo tenía un mechón de pelo en el brazo. Pero la tecnología de la época hizo imposible resolver el asesinato. Tampoco se ha resuelto hasta hoy.

El 2 de mayo de 1962 tuvo lugar una historia siniestra. ABC utilizó el siguiente titular para su noticia: «Un sastre mata a su esposa y a sus cinco hijos antes de suicidarse».

Más tarde, Pilar Agustín, madre soltera, mató a su hijo recién nacido y escondió el cadáver en el cajón de un armario en 1964. Tiempo después, esta historia inspiró la película de terror «Malasaña 32» (2020).

Museo Reina Sofía

Antes del museo, era un lugar de retiro para enfermos mentales y niños abandonados. Desgraciadamente, era símbolo de almas infelices y de un gran número de muertes.

Hace unos treinta años, se encontraron aquí los cadáveres de tres monjas en la antigua capilla del hospital. Algunos han visto a un sacerdote torturado aquí durante la Guerra Civil.

Además, algunos madrileños creen que el fantasma de Picasso deambula por aquí y que los ascensores funcionan por sí solos.

Metro de Tirso de Molina

En todas las películas de terror, el subsuelo es donde ocurren cosas paranormales y los fantasmas se pasean. Quizá sea porque el subsuelo es subterráneo, por así decirlo, donde habita el mal. O quizá porque en la vida normal es un lugar peligroso donde pueden ocurrir tragedias si no se siguen las normas de seguridad.

La construcción del Metro de Tirso de Molina tuvo lugar bajo los escombros del antiguo monasterio de La Merced. Los monjes fallecidos fueron enterrados en el cementerio del interior del monasterio. Por supuesto, los trabajadores encontraron los cadáveres de los monjes durante la construcción. Confundidos, se dirigieron al gobierno preguntando «¿qué hacer con ellos?». En respuesta, les dijeron que pusieran los cadáveres en las paredes y luego colocaran baldosas. Eso es lo que hicieron los constructores. Y ahora los madrileños escuchan los gritos de los monjes molestos.

Iglesia de San Ginés

La Iglesia de San Ginés es una de las más antiguas de la ciudad. La leyenda cuenta la historia de lo que ocurrió aquí en 1353. En ese año, unos ladrones entraron en la iglesia para saquearla. Se encontraron con un anciano que decidió enfrentarse a los ladrones, pero fue decapitado.

En los días siguientes, los vecinos vieron una sombra sin cabeza deambulando por el templo, que sigue apareciendo hoy en día.

Plaza Mayor 0+

Es difícil clasificar este acontecimiento como leyenda, porque ocurrió de verdad. En las guías turísticas se hace referencia a la Plaza Mayor como la arena de cientos de autodafes. Durante la Inquisición, las personas condenadas a muerte fueron quemadas en la hoguera aquí desde 1642 hasta 1809.

Matadero

Matadero se convirtió en el lugar donde morían cientos de animales para que la capital tuviera carne. Cuenta la leyenda que los madrileños se sentían atraídos por la sangre que corría por el suelo. Los vampiros locales acudían aquí cada mañana para llenar sus vasos con la sangre de animales recién matados. En 1933, la revista Estampa publicó un artículo en el que afirmaba que supuestamente vivían vampiros en la ciudad. Esto, por supuesto, provocó un gran escándalo.

Campo del Moro

Por supuesto, un lugar tan hermoso como el Campo del Moro también tiene sus propias leyendas y secretos. Una de las historias más famosas es la del joven rey Juan II de Castilla. Sólo tenía 14 años cuando fue proclamado rey de España a principios del siglo XV. Al joven le gustaba actuar con animales salvajes, así que contrató a uno de los mejores domadores de osos. Por desgracia, el domador era un hombre cruel y trataba mal a los animales. Al final, un oso se lo comió en una noche oscura. Se dice que aún hoy se oyen los gritos de este hombre en las noches oscuras.

Puerta del Sol

Se dice que el mismísimo diablo se apareció en la Puerta del Sol. Esto ocurrió en una época en la que los españoles odiaban a los franceses. La Casa de Correos estaba en construcción cuando la criatura apareció para advertir que el edificio estaba maldito. El motivo de la maldición era que el proyecto había sido diseñado por el francés Jacques Marquet. Se podría pensar. Pero más tarde el edificio fue bendecido por sacerdotes para alejar al diablo.

Cabaret Satán 18+

El Cabaret Satán comenzó en 1934 e inmediatamente provocó la ira de los grupos católicos durante la República. El cabaret abierto rendía homenaje al infierno con su decoración y organizaba fiestas divertidas que se percibían como encuentros satánicos. En plena dictadura, el cabaret cambió su nombre por el de «Cabaret Tarzán».

Hoy han decidido restaurar esta emblemática institución tal y como era cuando se fundó.

Calle de Fuencarral

La calle Fuencarral dio nombre al crimen más popular de España a finales del siglo XIX. En 1888, en Londres, fue Jack el Destripador, y en Madrid, en el número 109 de la calle (actual 95), apareció muerta Luciana Borcino, viuda de Vázquez Varela. Esto conmocionó enormemente a los habitantes de la ciudad y las mujeres tuvieron miedo de salir solas. Este incidente inspiró a Galdós la novela «El crimen de Fuencarral».

Calle de la Cabeza

Una siniestra leyenda tuvo lugar cerca de Tirso de Molina. Se dice que en una de las casas un criado portugués decapitó a un sacerdote para robar todo el oro y escapar. En aquel momento no pudo ser capturado.

Años después, el criado regresó a Madrid convertido en un rico caballero. Paseando por el Rastro, decidió comprarse una cabeza de cordero. Mientras caminaba hacia su casa, la cabeza dejó tras de sí un rastro ensangrentado, del que se percató el vigilante. El portugués tuvo que mostrar la cabeza del animal. Sin embargo, cuando la sacó, resultó ser la cabeza de un sacerdote asesinado.

Teatro Eslava

Otra historia interesante y trágica ocurrió en el teatro Eslava. Luis Antonio del Olmet y Alfonso Vidal y Planes soñaban con Mostrar sus obras en este teatro. También había otra mujer de la que ambos dramaturgos se enamoraron y trataron de llamar su atención.

El primer estreno de la obra en el teatro fue en Alfonso, pero resultó un fracaso. Entonces el teatro decidió poner una obra de su competidor. Además, Alfonso se quedó sin trabajo y la niña eligió a Olmet.

El dramaturgo no aguantó el éxito del rival. Durante un ensayo, apareció en el teatro y disparó a Luis Antonio, quien murió en los brazos de su novia.

Se dice que Luis Antonio nunca abandonó el teatro y que su espíritu sigue caminando aquí.