En el siglo XVII, los puestos vendían frutas, verduras, decoraciones y regalos en la vecina Plaza de Santa Cruz. Doscientos años después, se aprobó una ordenanza para legalizar el mercado, convirtiéndose en el lugar ideal para encontrar figuras para belenes, adornos navideños o juguetes. Sin embargo, si buscaban dulces o un pavo, la opción era el mercado en la Plaza Mayor.
En la actualidad, todo lo relacionado con la Navidad se vende en el mercado centenario de la Plaza Mayor, en puestos renovados en la década de 1980, con forma de pequeñas cabañas. En la Plaza de Santa Cruz, encontrarás un carrusel vintage que permanece hasta principios de enero.
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