En España se presentan por primera vez las nuevas obras de la artista Sara García en la exposición «Un vaso de agua salada». A través de la cerámica, el vídeo, los rituales y los trajes ceremoniales, explora los gestos cotidianos que unen a las personas: las comidas compartidas, el intercambio y el cuidado mutuo.
Para crear sus obras, García utiliza plantas recolectadas, arcilla local y productos transformados, convirtiendo materiales cotidianos en nuevas experiencias sensoriales. La artista invita al espectador, no solo a observar, sino a sentir el espacio de la hospitalidad como una oportunidad para abrirse a lo desconocido y experimentar emociones a través del arte.