Del 25 de abril al 28 de junio, el espacio Arniches 26 de Madrid se convierte en un lugar de diálogo entre pasado y presente gracias a la exposición «Selfie» de Irene Luna.
El proyecto incluye más de 300 selfies que el padre de la artista le envió a lo largo de los años, un archivo visual personal convertido en un alegato sobre la memoria y la identidad. Se contraponen a un grabado del siglo XVII atribuido a Rembrandt y cedido por el coleccionista Jorge Fernández Gómez.
En este contraste, Luna reflexiona sobre los límites de la fotografía como arte, comparando la fugacidad de un autorretrato digital con la profundidad de un grabado antiguo.
C/ Carlos Arniches, 26