El Museo Lázaro Galdiano presenta una nueva exposición que reúne en un mismo espacio a dos artistas separados por un siglo, pero cercanos en su forma de ver el mundo: Isidre Nonell y Francisco Goya.
La exposición se encuentra en las salas Goya y Arte Invitado y ofrece al espectador la oportunidad de ver cómo se cruzan las miradas de ambos maestros sobre lo trágico, lo marginal y lo humano. Junto a los lienzos de Goya, entre los que se incluyen El Aquelarre y Las brujas, se presentan las obras más personales de Nonell: siete retratos atmosféricos y cinco dibujos «fritos» poco comunes, con el característico tono antiguo del papel.
Para Madrid, este evento es especialmente significativo, ya que las obras de Nonell casi nunca se exponen en la ciudad y esta es la primera oportunidad en dos décadas. Las obras, cedidas por la colección Casacuberta Marsans, revelan el período más atrevido e íntimo del artista.