La escena musical española alcanzó su fama en la década de los años veinte, cuando se unieron las vanguardias artísticas y el desarrollo técnico. El teatro se convirtió en un auténtico espectáculo asombroso, con sus propios decorados, y alcanzó una escala increíble.
España se caracterizó por la prosperidad y la idiosincrasia, combinadas con un espíritu inquieto. Ahora podemos saborear su legado: bocetos, fotografías y grabados que recrean ese mismo mundo.
La exposición presenta documentos procedentes del Archivo Guerrero, dedicado a preservar la memoria de Jacinto Guerrero, del Archivo ABC, así como de la Colección ABC, el libro de referencia más importante sobre ilustración y dibujo de la época, cuya aportación ayuda a contextualizar el fenómeno de la escena en relación con las artes plásticas del momento. Todo para presentarnos un reflejo idealizado de una época en la que el teatro dejó de ser un reflejo de la vida cotidiana.