Con Àlex Serrano y Pau Palacios al frente, la propuesta combina proyecciones, elementos performativos y la presencia de una sola actriz en escena, que entreteje relatos personales con historias ajenas, algunas célebres y otras anónimas. La dramaturgia parte de la experiencia y reflexión de dos hombres en sus cincuenta, que atraviesan un momento vital de revisión y lo utilizan como punto de partida para indagar en lo que significa amar en la actualidad.
Lejos de ofrecer respuestas cerradas, la obra propone un diálogo abierto, donde la intimidad y la memoria se cruzan con cuestiones sobre identidad, género y deseo. Un montaje que confirma que, pese a los cambios culturales, el amor sigue siendo un misterio al que siempre volvemos.