En este evocador espacio navideño en plena naturaleza, los elfos y el chocolate caliente crean un ambiente cálido, casi de cuento de hadas, que da la bienvenida a los visitantes. Aquí, los niños pueden escribir sus deseos y colgarlos en el árbol de los deseos, escuchar la historia de Papá Noel en el teatro de madera y visitar su verdadera casa, con juguetes y mesa de correo.
Además, crean «bolsitas de sueños» y decoran galletas de jengibre, mientras un paseo por la granja les permite conocer de cerca a los animales. Si lo desean, también pueden disfrutar de un paseo en poni.
A partir del 26 de diciembre, los Reyes Magos se unen a la fiesta, prolongando la atmósfera mágica y la ilusión de estas fechas.