En la Quinta de los Molinos empiezan a florecer los primeros almendros, anunciando la llegada de la primavera. Sus pétalos blancos como la nieve envuelven poco a poco el parque, convirtiéndolo en uno de los lugares más pintorescos de Madrid. El punto álgido de la floración está previsto para finales de febrero.
El año pasado el parque estaba en plena floración el 22 de febrero, y en 2025 todo vuelve a depender de las horas de sol: cuanta más luz, antes se cubren los árboles de neblina blanca y rosa.
En el parque hay más de 1.800 almendros de dos tipos: los almendros longevos, que florecen ya en enero, y los marcona, que abren más cerca de marzo. Un paseo por estos callejones es un auténtico viaje a la primavera.