El referente absoluto es el Primavera Sound, que cada primavera convierte el Parc del Fòrum en el epicentro de la música independiente a nivel mundial. Su cartel combina nombres consolidados con joyas emergentes, siempre con una mirada diversa y global.
Otra cita imprescindible es el Cruïlla, que mezcla géneros pero siempre reserva un espacio para artistas indie, tanto nacionales como internacionales. Su ambiente relajado, sus food trucks y su ubicación frente al mar lo convierten en una experiencia única.
Para quienes buscan algo más íntimo, festivales como el BAM (Barcelona Acció Musical) o el Festival Jardins de Pedralbes apuestan por propuestas más cercanas y escenarios cuidados, donde el indie se mezcla con soul, pop o folk.
En definitiva, Barcelona vibra al ritmo del indie durante todo el año. Solo hace falta saber dónde mirar.