Las antiguas cafeterías y bares de Barcelona

Bar Marsella

¡Es uno de los bares más inalterados a lo largo de los años en Barcelona! Bar Marsella abrió sus puertas en 1820, enseguida se convirtió en el lugar donde pasaban sus noches y encontraban inspiración Pablo Picasso, Salvador Dalí, F. G. Lorca y Ernest Hemingway. ¡Y todavía sigue siendo un «spot» icónico para los barceloneses y turistas.

A los amantes del cine les gustará el hecho de que en 2008 Woody Allen eligió este bar para filmar una escena de «Vicky Cristina Barcelona». Aparte del interior único con muchos detalles curiosos en Marsella sirven, entre otras bebidas y cócteles, la famosa absenta — la especialidad del bar.

Café del Centre

El Café del Centro abrió sus puertas en 1873 siendo primeramente un casino. Ahora es uno de los cafés de estilo modernista más antiguos y populares de Barcelona. Situado en Eixample, este lugar célebre garantiza una atmósfera inolvidable y tapas excelentes. Gracias a su amplio espacio, Café del Centro tiene un entorno encantador y agradable. En el interior encontrarás muchos elementos de madera, mesas hermosas de mármol con patas de hierro, pinturas y un antiguo bar. Todo esto ha sido reconocido por el Ayuntamiento de Barcelona que ha otorgado al establecimiento el título de «Emblemático».

Els 4Gats

Els 4Gats ha sido abierto en 1897 y sus interiores fueron creados parecidos al cabaré famoso de la época «Le Chat Noir» (Paris, Francia) rindiendo homenaje al estilo de modernismo. Muy pronto este bar se hizo un sitio popular entre los artistas en aquel periodo que se denomina como «el periodo Modernista en Cataluña». Las celebridades como, por ejemplo, Pablo Picasso, solían socializar aquí.

Los creadores Pere Romeu y Miquel Utrillo nombraron el restaurante «Els 4Gats» al preparar la apertura y después de preguntar sobre el nombre a sus amigos y familias. La reacción más frecuente era «¡Será 4 gatos!»

London Bar

Es un lugar mítico e histórico de estilo clásico de la Barcelona de 1909 que todavía sigue contribuyendo en la vida nocturna en el pleno corazón de la ciudad. Durante más de cien años acoge a diversas generaciones de todos los tipos de visitantes: artistas, bohemios, amantes de la cultura.

Sin duda te transportará a viajar en el tiempo a través de sus cócteles de los personajes más reconocidos del momento y las mil historias que lo envuelven. Dalí solía venir aquí, y por eso el equipo de bartenders elaboró un cóctel inspirado por el artista. También el London es famoso por su comida británica ofreciendo fish and chips icónicos.

Es el lugar perfecto para disfrutar de una velada animada rodeado de amigos o para sumergirse en la lectura de un buen libro mientras saboreas tu bebida favorita.

La Confiteria

La Confiteria, un negocio familiar fundado por la familia Pujadas en 1912 como una pequeña pastelería de barrio, ha evolucionado a lo largo de los años hasta convertirse en un moderno bar que hoy en día ofrece cócteles y comida.

Este emblemático local del Raval, considerado patrimonio de Barcelona, ha sido testigo de varios cambios de propietarios, pero en 2014, un grupo de amantes de la coctelería y el modernismo decidieron devolverle su antiguo esplendor. Con la ayuda de un experto carpintero que se especializa en diseños antiguos, se realizaron algunas reformas en las partes dañadas del local y se construyeron nuevas. Así fue cómo se fue construyendo la esencia y el carácter que hoy conocemos como Grup Confiteria, surgiendo de esa salvaje aventura que fue La Confitería.

Turrones Sirvent

La historia de Turrones Sirvent se remonta alrededor del año 1920, cuando D. Tomás Sirvent Plá, fabricante de turrón, se estableció cerca del mercado de Santa Caterina en el Barrio Gótico de Barcelona.

En la actualidad, el equipo de Horchatería — Turronería Sirvent elabora de manera artesanal, vende y exporta a los cinco continentes sus turrones hechos con la mejor materia prima de este sector, que incluye almendra Marcona seleccionada y auténtica miel de romero, respetando el sabor y la metodología tradicional.

Granja M. Viader 0+
La pastelería con mucha historia

Establecida en 1870, esta histórica granja es famosa por ser el lugar de nacimiento del Cacaolat, la primera bebida de chocolate batido embotellada del mundo. Granja M. Viader aún conserva su encanto del siglo XIX y sigue siendo un lugar predilecto para disfrutar de los mejores chocolates, churros y una variedad de productos lácteos en un entorno que recuerda a las antiguas chocolaterías y granjas lecheras de Barcelona.

Café de l'Òpera

Situado en Las Ramblas, frente al famoso Teatro Liceu, el Café de l'Òpera ha sido un punto de encuentro para artistas y bohemios desde su fundación en el siglo XIX. Con una decoración que evoca el esplendor del modernismo catalán, este café ofrece a sus visitantes una atmósfera que transporta a otra época. Sus espejos antiguos, lámparas de araña y paneles de madera tallada cuentan historias de las innumerables conversaciones y encuentros que han tenido lugar entre sus paredes.

Granja Dulcinea

Desde 1941, Granja Dulcinea ha servido algunos de los mejores chocolates y churros en el Barrio Gótico de Barcelona. Este establecimiento es conocido por su ambiente acogedor y su decoración tradicional, que incluye mosaicos de cerámica y muebles de madera que parecen no haber cambiado desde su apertura. Es un lugar perfecto para experimentar la atmósfera de las antiguas granjas de Barcelona, disfrutando de deliciosos dulces y postres caseros.

Bar Pinotxo

Durante más de medio siglo, este bar funcionó en el mercado de La Boquería y recientemente reabrió sus puertas en el famoso mercado de Sant Antoni. El Bar Pinotxo es más que un simple bar de tapas; es una institución en Barcelona. Regentado por Juanito Bayen, conocido cariñosamente como Pinotxo, este bar es famoso por su cocina catalana casera y su cálida hospitalidad. Con solo unos pocos taburetes y una barra que siempre está llena, ofrece una experiencia culinaria auténtica y acogedora que atrae tanto a locales como a turistas.

Restaurante «La Cova Fumada» 0+

Fundado en 1944, es un mítico bar de tapas que puede hablar por sí solo. Es un negocio familiar que ha estado a cargo de tres generaciones diferentes. A pesar de todos los años y las diferentes personas que lo han llevado, ha logrado mantener su esencia y tener siempre ese toque que los fundadores de La Cova Fumada querían transmitir. El local ha sufrido pocos cambios a lo largo de estos años, al menos estructuralmente. Es un bodegón con grandes puertas de madera y barras de mármol, que cuenta historia solo de mirarlo. A este restaurante especializado en tapas no le hace falta ni cartel. Ubicado en la plaza de la Barceloneta, es común ver una fila delante de la puerta de madera para poder disfrutar de su comida y si no conoces de él, quizás no tengas idea de lo que sucede.