Nacido en Barcelona en 1952 como André Paliard Iscu, el artista se trasladó a París en los años setenta para estudiar literatura y filosofía. Allí adoptó el nombre de du Colombier —“del palomar”— y decidió dedicarse por completo al arte. Su primera exposición individual, Modestie, Compétence et Efficacité (Galerie Éric Fabre, 1977), marcó el inicio de una trayectoria discreta pero profundamente singular.
Sus primeras obras se construyen a partir del gesto mínimo: una línea plateada sobre fondo negro, una marca provocada por el roce de una puerta, la documentación fotográfica de acciones domésticas. Con el tiempo, du Colombier encontró su medio más característico en las láminas de papel Chromolux: superficies brillantes intervenidas con textos manuscritos o letras transferibles, frases ambiguas, casi cifradas, que cuestionan la relación entre lenguaje e imagen.
El artista también desarrolló pequeñas mise-en-scènes con juguetes, recuerdos y objetos cotidianos, presentadas en cafés o espacios improvisados, siempre frente a un público reducido y sin dejar rastro fotográfico.
Lyrical Point of View, título tomado de una de sus últimas muestras en París (1999), resume su actitud artística: una mirada lírica y escurridiza que desafía las categorías y convierte cada obra en un acto de interpretación perpetua.