Entre montaña rusa y nubes de algodón, el parque se transforma en un gran escenario al aire libre con espectáculos para todos los gustos: desde la energía contagiosa de Brodas Bros y la poesía en movimiento de Mumusic Circus, hasta la risa inteligente de Anna Confetti y la fantasía de Ambauka o Pentina el Gat. A todo esto se suman los ritmos festivos de Actitud con Jam, Silvia & Guga y Brincadeira, que pondrán banda sonora a días inolvidables.
Y, como siempre, no faltarán las queridas Mascotas del Tibidabo, el enigmático Hotel 666 y el entrañable Marionetarium, que sigue emocionando generación tras generación.
El Festival de las Emociones no es solo un plan de verano. Es una invitación a vivir, reír, asombrarse y volver a mirar el mundo con los ojos muy abiertos. Porque en el Tibidabo, cada emoción tiene su lugar.