Desde que irrumpió en 2019 con canciones como So So, Rusowsky ha construido un lenguaje propio, reconocible desde los primeros compases. Su manera de entender el pop, atravesada por sintetizadores, melancolía digital y una estética cuidadosamente pensada, ha influido en toda una nueva escena. Las colaboraciones con Latin Mafia, C. Tangana o Dellafuente y millones de escuchas han ampliado un imaginario que sigue creciendo.
Con Daisy, su esperado álbum de debut, el artista profundiza en esa nostalgia contemporánea que define su sonido y reafirma su carácter innovador. Este concierto no es solo una presentación en directo: es la confirmación de una forma distinta de hacer música y de entender el pop desde la sensibilidad, el riesgo y la emoción.