La cantante, que ha redefinido los límites del pop contemporáneo fusionando tradición y vanguardia, promete un directo que explore el universo sonoro de su nuevo trabajo sin renunciar a los himnos que la catapultaron a la escena internacional. Sobre el escenario, su obra se expande: coreografías precisas, puestas en escena minimalistas y esa mezcla de exigencia técnica y vulnerabilidad que la ha convertido en un fenómeno global.
Si algo caracteriza a Rosalía en concierto es su capacidad para equilibrar espectáculo y emoción, electrónica y raíz, experimentación y cercanía. Cada gira ha supuesto una reinvención, y su nuevo álbum —todavía rodeado de misterio— apunta a continuar esa búsqueda constante de lenguajes musicales propios.
La preventa de entradas comenzará el 7 de diciembre, y todo indica que será una de esas carreras contrarreloj en las que los fans activan alarmas, listas de espera y cualquier truco imaginable para no quedarse fuera. Cuatro fechas consecutivas, pero una sola oportunidad de estar allí cuando empiece el ritual.
Barcelona se prepara para ver a una de sus artistas más internacionales en un momento clave de su carrera: estrenando canciones, revisitando su legado y demostrando, una vez más, que nadie se parece a Rosalía más que Rosalía.