El restaurante fue inaugurado en 1839 por Eugenio Juguete como referente de la alta cocina española e internacional. Desde su inauguración, fue un restaurante de lujo.
Se conservan tres salones principales: el Salón Isabela, el Salón Japonés y el Salón Blanco. Posteriormente se añadieron tres salones modernos: Sarasate, Gaillardet y Tamberley. Estos salones, intactos al paso del tiempo, han conservado su elegancia del siglo XIX. Sus paredes han sido testigos de las reuniones de políticos e intelectuales más importantes, donde se tomaron decisiones para derrocar reyes, repúblicas, regencias y dictaduras.
El menú ha sufrido algunos cambios a lo largo del tiempo, pero las recetas tradicionales siguen deleitando a los visitantes. Por ejemplo, su famoso cocido madrileño se sigue elaborando con productos de primera calidad y una receta mejorada; vuelven a la carta platos míticos de Lhardy como el canelón de las Landas, de pato asado con notas de naranja, el consomé de Lhardy con huevo casero y trufas frescas y muchos otros.