Desde 1894, la pastelería deleita a los madrileños con dulces recién horneados: croissants, palmas de chocolate, panettone y muchas otras delicias de repostería. Este café, uno de los más antiguos de Madrid, ha sido testigo de la historia de la capital. Ortega y Gasset, Pío Baroja, y Juan Ramón Jiménez y otros disfrutaron aquí de sus días.
En la actualidad, la pastelería mantiene su compromiso con la tradición. Sin embargo, el establecimiento se adapta y sigue las nuevas tendencias del mundo de la gastronomía. Gracias a este compromiso, la pastelería ha sido reconocida por el portal internacional Plans Civitatis y es ahora una de las pastelerías más famosas del mundo.