La historia de esta famosa pastelería comienza en 1914, cuando conquistó el barrio enseguida con sus postres y dulces artesanales. Desde su inauguración en la Via Fernando Vl, la pastelería ha estado asociada a la calidad y la tradición.
En los años 30, La Duquesita estaba dirigida por Romualdo Santamaría, al que sucedieron varias generaciones. Con su nieto, la pastelería celebró su centenario.
La primera fase de la historia de la pastelería llegó a su fin en 2015, cuando cerró por primera vez en su existencia. El 30 de diciembre de 2015 comenzó una nueva vida de la mano de Oriol Balaguer, que encauzó el proyecto hacia la preservación de la tradición. Creó una nueva carta en la que abundan los sabores tradicionales, los postres de temporada y, por supuesto, los dulces artesanos. Junto al espacio original se encuentra el Salón de Té, abierto hace un par de años para profundizar aún más en la degustación de productos.
Por supuesto, no se puede deshacer completamente de la historia tomando un nuevo camino. Y para demostrarlo, en la fachada está pintado el grabado original «Exquisitos chocolates y dulces», que se ha asentado en el nuevo concepto de pastelería, pero que sigue reforzando el espíritu centenario. En el interior se han conservado los mostradores, las vitrinas y los impresionantes espejos originales, así como la gran lámpara central.