La acogedora elaboración artesanal de bollería casera y pastelería exclusiva levanta el ánimo de los vecinos de la capital. Su lema: «Si tú puedes imaginarlo, nosotros podemos hacerlo» indica de inmediato a los visitantes que aquí entrarán en un paraíso dulce.
Si te pasas por aquí, no olvides probar el rollo de canela. Procede de Suecia, donde se elaboró por primera vez en 1920. Ahora es uno de los favoritos de los madrileños.
El establecimiento está regentado por dos jóvenes emprendedores que estarán encantados de hacerte un postre para un evento.