En la Plaza de Chueca se encuentra una taberna centenaria que data de 1908. Este famoso local recibió su nombre en 1917 y, posteriormente, también sus famosos azulejos y decoración.
En el interior, todo el concepto no ha cambiado un siglo después. Hay dos zonas separadas: la barra original de madera tallada y hojalata y el antiguo almacén con mesas bajas. Las paredes están decoradas con hermosos azulejos originales, ocho antiguas cubas de roble y botellas de época. Además, en sus techos se pueden ver murales antiguos que representan el paso del tiempo. Muchos han visto la taberna en la película de Almodóvar de 1955, «La flor de mi secreto».
La carta conserva con esmero los aperitivos tradicionales de Madrid, así como conservas, canapés, chebureki y panecillos. Pero son famosos sobre todo por su legendario vermú, considerado el mejor de la capital.