Incluso en los primeros proyectos del Nuevo Palacio Real, la cocina ocupaba una gran superficie en el sótano. Era una de las habitaciones más grandes para que los servicios de la casa real pudieran trabajar lo más cómodamente posible.
Hoy en día, la cocina de palacio ha evolucionado. A lo largo de los años ha ido cambiando con los avances tecnológicos. Por ejemplo, las cocinas, los hornos y los frigoríficos han evolucionado. El espacio está dividido en diferentes secciones en función de las tareas que realizan en cada lugar los cocineros y los ayudantes.
Este lugar sorprende por su antigüedad y valor; pocos palacios europeos han conservado la cocina en tal estado. Hoy en día podemos ver el resultado de las reformas que se llevaron a cabo desde 1760 hasta 1931. En 2014, se puso en marcha un plan para acondicionar las instalaciones para su visita pública.