La Biblioteca Nacional de España, en el Paseo de Recoletos, es un lugar interesante de Madrid. Al principio estaba situada en otro lugar y estaba formada por las colecciones privadas de los aristócratas españoles.
La idea de crear un depósito de libros a gran escala en 1712 fue de Felipe V. Pero el decreto propiamente dicho se firmó en enero de 1716. Con su promulgación, todos los editores transferían a la Biblioteca Real una muestra de cada nueva publicación. En 1761 sobre la base del depósito se abrió su propia imprenta. Al mismo tiempo, por voluntad de Carlos III, se reescribió la carta de la propia biblioteca.
El edificio de la Biblioteca Nacional de España en Madrid parece más un palacio que una empresa unitaria. La fachada neoclásica está coronada por esculturas de grandes figuras de la cultura española. Frente a la entrada hay un monumento al mismísimo Lope de Vega.
El enorme vestíbulo impresiona por su grandeza y sus finos acabados. La mayoría de las salas están decoradas con pinturas y composiciones escultóricas. Las salas de trabajo están organizadas por temas. Las mejores obras expuestas se presentan en la sala central. Hay una sala para niños y una rampa para discapacitados. Aquí se organizan regularmente exposiciones, conferencias y seminarios.