Ahora tenemos la oportunidad de disfrutar de este gran parque, que se construyó para el Palacio del Buen Retiro y para disfrute de Felipe IV. Pero tuvimos suerte, y bajo Carlos III, se permitió a los ciudadanos de a pie de Madrid pasear por este lugar. Y desde 1868, el parque pasó a manos del Ayuntamiento de Madrid. Este fue el fin de la tranquila vida del parque. Durante la Guerra de la Independencia, parte del parque fue destruido. Lo que vemos hoy es el resultado de las intervenciones y reconstrucciones de los siglos XIX y XX. Aunque cabe destacar que se han conservado los trazados originales del parque.
Aunque cabe destacar que se han conservado los trazados originales de los siglos XVII y XVIII.
El nombre del parque es interesante. Los nombres de Retiro y Buen Retiro hacen referencia a las funciones del Cuarto Real, las cámaras anexas al monasterio de Los Jerónimos. Aquí se recluían los reyes para la meditación espiritual. En 1561, por orden de Felipe II, estas cámaras fueron ampliadas, y durante el reinado de Felipe IV fueron sustituidas por el Real Recinto del Buen Retiro, un conjunto de palacios, bosques y jardines que dio origen al parque moderno. Felipe IV decidió deshacerse del apodo ofensivo e inapropiado para un lugar de veraneo real: El Gallinero. Otros nombres famosos para el parque son Gardines del Retiro o Gardines del Buen Retiro, y el nombre Parque de Madrid puede encontrarse en algunas de las puertas de entrada al complejo.
En la actualidad, no es sólo un hermoso lugar para la familia real. Aquí los madrileños pueden pasar unas vacaciones culturales, visitar un montón de espectáculos. Merecen especial atención los espectáculos de marionetas y las adivinaciones. Y los domingos los madrileños disfrutan de actuaciones musicales en directo cerca del monumento a Alfonso XII.
La joya del parque es el Palacio de Cristal, construido en 1887 a orillas del lago como invernadero. Hoy alberga numerosas exposiciones temporales.
En el Paseo de la Argentina verás estatuas de todos los monarcas de España. Fueron encargadas por Fernando VI para el Palacio Real.
Es el lugar perfecto para una excursión familiar con niños. Paseos en barca, espectáculos de marionetas y actores harán las delicias de los más pequeños, mientras usted disfruta de la tranquilidad.