La Parroquia de Nuestra Señora del Buen Consejo y San Isidro, conocida como la Iglesia de San Isidro, data del siglo XVII y constituye un templo católico emplazado en el casco histórico de Madrid. En su conjunto resulta un destino lleno de riqueza histórica y cultural que vale la pena descubrir. Considerada inicialmente la catedral provisional de la ciudad hasta finales del siglo XX, el proyecto estuvo a cargo del jesuita Pedro Sánchez.
En la colegiata se hallan los restos de san Isidro, considerado patrón de la ciudad, y de su esposa. En 1936 le fue prendido fuego al comenzar la Guerra Civil. Ocurriendo la inevitable destrucción de numerosas obras de gran valor como el retablo de Ventura Rodríguez, lienzos de Ricci o Luca Giordano, por solo citar algunos. Además de afectar la estructura de partes valiosas del conjunto, entre ellas la cúpula que fue la primera encaminada de la arquitectura española.
Afortunadamente, tras una exhaustiva restauración que duró alrededor de dos décadas, se consiguió recuperar gran parte de los valores arquitectónicos y artísticos que antaño conformaban la iglesia. Hoy día el conjunto se eleva imponente en la ciudad y continúa proveyendo de historia a los visitantes.