Se trata de un asombroso jardín botánico que alberga más de 300 figuras de animales, siluetas de carruajes, dragones y princesas que parecen salidas de las páginas de un cuento de hadas. Incluso se puede encontrar al Monstruo del Lago Ness.
Sorprendentemente, es uno de los lugares más desconocidos de la capital. Es el hogar de sueños y fantasías que transportarán a los niños a un mundo propio. Y todo ello gracias a las figuras gigantes hechas de plantas.
El jardín botánico cuenta con 17 senderos desde los que se pueden contemplar más de 500 especies de plantas de todo el mundo: desde montañas de bonsáis hasta cientos de esculturas vegetales de diversas formas, pasando por laberintos y fuentes.