Siendo el primer depósito ferroviario del país, la estación de Atocha de Madrid sirve como la principal puerta de entrada de la ciudad a Barcelona, a la costa del Sol y a Andalucía desde 1851.
El antiguo edificio de la estación fue construido en 1851 por orden de la reina Isabel II. El incendio de 1891 dañó considerablemente el edificio. Un año después, en el lugar de la estación incendiada, se construyó un nuevo edificio, cuyo arquitecto fue Alberto de Palacio. Después de varias renovaciones y remodelaciones que tuvieron lugar hasta 1992, el antiguo local fue retirado del servicio, convirtiéndolo en un lujoso Jardín tropical.
El exterior de la antigua estación no ha cambiado mucho: la fachada está hecha de ladrillo rojo y piedra ornamental traída de la provincia de Zaragoza. Las elegantes decoraciones de terracota se ven muy bien contra las paredes de ladrillo. En la parte superior del edificio hay una torre en forma de diamante con un reloj antiguo.
No es solo una estación de tren, sino un verdadero punto de referencia de Madrid y un centro de entretenimiento. Aquí se puede alquilar una habitación, y cerca de la estación hay un aparcamiento bien equipado.
La estación de Atocha fue una de las estaciones donde explotaron las bombas colocadas por terroristas el 11 de marzo de 2004 (11M). Esta tragedia se cobró la vida de 192 personas y unas dos mil personas más resultaron heridas. Más tarde, el vestíbulo de la estación se convirtió en un memorial, donde la gente llevaba velas rojas, notas y flores en memoria de las víctimas.