Madrid se prepara para otro verano abrasador, y con él regresa uno de los espacios más originales y necesarios de la ciudad: el Refugio Climático del Círculo de Bellas Artes. Su majestuoso Salón de Baile se transforma, una vez más, en un oasis cultural donde es posible leer, trabajar, relajarse o simplemente huir del asfalto ardiente sin necesidad de gastar un euro.
Este refugio, que abrirá sus puertas de forma gratuita a partir del 10 de julio (horario aún por confirmar), no solo ofrece enchufes, wifi y fuentes de agua: también incluye una curiosa y práctica guardería botánica. Sí, los urbanitas madrileños podrán dejar sus plantas al cuidado del CBA mientras se van de vacaciones. Así, ni tu ficus ni tu poto sufrirán las consecuencias de tu escapada estival. Pero este no es el único rincón madrileño que apuesta por el bienestar climático y vegetal. El Centro de Arte Dos de Mayo (CA2M) en Móstoles lanza este año La Fresquera, un segundo refugio que funcionará del 1 de julio al 15 de septiembre, ofreciendo sombra, vegetación y zonas para no hacer absolutamente nada. También contará con su propia guardería de plantas bajo la Iniciativa Regadera, disponible desde el 25 de junio, con inscripción previa.
En una ciudad donde el termómetro puede superar los 40 C, estos espacios se convierten en pequeñas utopías urbanas: lugares frescos, silenciosos, con conciencia ecológica... y donde las plantas también tienen quien las cuide.