Los estudiantes de arquitectura crearon 56 proyectos para transformar ocho zonas de la ciudad, y tres de ellos recibieron premios.
El primer premio, dotado con 3 000 euros, fue para Nina Élisabeth Méndez-Bisgaard y Maximilian Stjernström por su proyecto de revitalización del parque Bellas Vistas y el acueducto de Amaniel: bajo los arcos se planea crear un corredor cultural y comercial, así como miradores.
El segundo puesto, con un premio de 2 000 euros, fue para Natalia Díaz Amate y Sofía con el proyecto «Raíces de agua», un parque acuático sobre la Plaza de Castilla, donde el agua del canal se transforma en fuentes y estanques elevados.
El tercer puesto y 1 000 euros fueron para Elena M. Arenas por un huerto de varios niveles en Antonio López 27, un espacio verde con cero emisiones que combina descanso, terapia y la conservación del vínculo natural con el río Manzanares.
Las autoridades municipales señalan que las ideas ganadoras no se llevarán necesariamente a cabo, pero ayudan a comprender cómo la juventud ve el futuro de los espacios públicos madrileños.