Rascafría se ha convertido este verano en un punto de encuentro para 25 jóvenes de 12 países, reunidos en torno a un objetivo común: recuperar la memoria histórica del Monasterio de El Paular y su entorno. Bajo el nombre «Camino de papel», el campo de voluntariado arqueológico impulsado por la Comunidad de Madrid combina excavación profesional, formación en historia y actividades culturales al aire libre.
Durante quince días, el Albergue Juvenil Los Batanes, en pleno Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, acoge este proyecto que va más allá del trabajo de campo. Los participantes colaboran en tareas de desbroce, excavación y documentación arqueológica, acompañados por una arqueóloga y una historiadora que los guían con metodología técnica. Los hallazgos serán conservados en el Museo Arqueológico Regional, en Alcalá de Henares.
Los consejeros Ana Dávila y Mariano de Paco visitaron este miércoles el campo, destacando su valor como herramienta para fomentar la cooperación internacional, la tolerancia y la conciencia patrimonial entre los más jóvenes. El enclave elegido no es casual: en Los Batanes, siglos atrás, funcionaba un molino de papel que pudo haber producido papel para la primera edición de El Quijote. Más allá de las excavaciones, el programa incluye actividades como visitas a Complutum y Alcalá, rutas nocturnas, cine al aire libre o tiro con arco. Todo en un entorno que une naturaleza, historia y diversidad cultural. “Camino de papel” forma parte de una oferta de 12 campos de voluntariado temáticos que la Comunidad organiza este verano en distintos puntos de la región, apostando por una juventud activa, curiosa y comprometida.