En la calle Arquímedes, 6, funciona un centro piloto donde adultos con discapacidad intelectual y trastornos mentales aprenden habilidades para la vida independiente y el futuro trabajo. Se imparten talleres creativos y prácticos: textil, carpintería, velas y flores secas, así como cursos de competencias digitales básicas.
Se elabora para cada participante un plan de estudios personalizado que tiene en cuenta sus intereses y capacidades. Algunos ya participan en proyectos de voluntariado y prueban diferentes profesiones, desde almacenistas hasta montadores y limpiadores. «El objetivo es desarrollar la autonomía, las habilidades sociales y la confianza en uno mismo», explica la directora del centro, Laura Sánchez.
No solo se enseñan oficios: también se trabaja la empatía, el control de las emociones, la comunicación y la resolución de problemas. Los adolescentes y adultos aprenden a trabajar en equipo, desarrollan sus talentos y se preparan para su futura vida laboral. El centro se ha convertido en el primero de la Comunidad de Madrid en impartir un curso de competencias digitales básicas y se prepara para ofrecer nuevas oportunidades a sus participantes.