Las murallas de Madrid guardan muchos secretos de su historia centenaria. Pero los bares y tabernas de la capital guardan aún más secretos, ya que aquí nacieron alianzas, se reunieron partidos, se contaron secretos y se libró la Guerra Civil. Testigos vivos de la historia y de los destinos humanos, hoy siguen en pie y siguen siendo los lugares más legendarios de la ciudad.
Es una pieza única de la historia que ha sido testigo de acontecimientos desde 1827. Todavía se puede ver la barra de zinc original, detrás de la cual los profesionales sirven vermut tradicional de barril y preparan excelentes tapas tradicionales. Y después de casi dos siglos, esta taberna sigue siendo una de las mejores de la ciudad.
C/ de las Huertas, 18Se trata de otra singular taberna de la capital de Diego Cabrera, que comenzó su andadura en 1856 y ha mantenido su concepto y personalidad hasta nuestros días. Cuenta con barras y mostradores originales, artesonado y estructura de sala, y la fachada es llamativa. La carta, por su parte, se centra en cócteles clásicos y aperitivos originales.
C/ de Manuel Fernández y González, 7Se considera la taberna más antigua de la capital. Abrió sus puertas en 1787 y ha tenido muchos dueños, pero todos ellos han estado relacionados con el mundo del toreo. En dos siglos y medio ha acogido a muchos famosos, como Pío Baroja y Julio Camba. E incluso el rey Alfonso XIII y su familia pedían sus torrijas para desayunar todos los días. La taberna guarda tesoros originales: un potro de cinc y una cabeza de toro, que aún hoy pueden verse.
C/ de Mesón de Paredes, 13Es la segunda taberna más antigua de Madrid, ya que abrió sus puertas en 1854. Han sabido conservar las recetas y aperitivos tradicionales del siglo XIX. Y, por supuesto, la tradición de tomar vermú nunca desapareció.
C/ de la Libertad, 16Es un bar legendario que sigue destacando en la calle con sus fachadas de madera. Pero, por supuesto, un giro importante en la historia de este lugar es 1879, cuando nació aquí el Partido Socialista Español. Y siglos después, celebraron su especialidad: las croquetas y las tajadas de bacalao rebozadas.
C/ de Tetuán, 12Este lugar se convirtió en la salvación más real para los habitantes de la capital durante la Guerra Civil. Esta cueva se utilizaba como refugio y lugar de exhalación y relajación. Después de siglo y medio, el bar ha conservado su ambiente familiar y acogedor. Y por supuesto, hoy en día este lugar es principalmente conocido por sus boquerones, su excelente jerez y su clásico vermut.
C/ de Cuchilleros, 6Al entrar en este lugar, desaparecen todas las dudas sobre su importancia histórica. Las paredes están repletas de fotografías de la realeza y celebridades, e incluso hay una fotografía de una bomba que cayó en el cortejo nupcial de Alfonso XIII en 1906, que tuvo lugar justo delante de la puerta. Fue lugar de encuentro de los intelectuales del Madrid de preguerra. Hasta el día de hoy, ha sabido mantener un ambiente tradicional y un recuerdo del pasado.
C/ Mayor, 84Es uno de los lugares más emblemáticos de la capital, que incluso figura en el Libro Guinness de los Récords como el restaurante más antiguo del mundo. Además, Ernest Hemingway quedó fascinado por este bar. El nombre del restaurante es conocido en todo el mundo desde 1725, primero como taberna y ahora como amalgama de bar de tapas y restaurante. Pero en cualquier caso, las viejas recetas de Castilla se mantienen aquí inalteradas.
C/ de Cuchilleros, 17Este lugar no necesita presentación, ya que lleva más de 130 años sirviendo la mejor comida tradicional de la capital. Este establecimiento siempre ha sido punto de encuentro de artistas y décadas, que a lo largo de la historia han acudido a desayunar y cenar con una amplia carta de cócteles.
Gta. Bilbao, 7Otra antigua institución que abrió el camino a la capitalidad gastronómica en 1857. Después de todo este tiempo, han conservado las recetas de la cocina tradicional española y sus estándares de calidad. En su interior, sin embargo, encontramos tesoros históricos y curiosidades. El ambiente tranquilo y familiar también ha viajado a través de los tiempos y sigue gustando a más de una generación.
C/ de San Millán, 4Otro lugar único fue fundado en 1920 por la familia Rozell, que decidió convertir una antigua licorería en una taberna de barrio. Un siglo después, el espíritu de las antiguas tabernas y el ambiente se han conservado aquí. Las antiguas recetas y la decoración transportarán a todo el mundo atrás en el tiempo.
C/ del Gral. Lacy, 14Otro testigo de la historia de Madrid, donde el tiempo se detuvo, está en la propia Plaza Chueca. Nada parece haber cambiado desde su apertura en 1917: aún hay cerámicas de Cartuja de Sevilla, maderas preciosas importadas de Cuba, techos asombrosos con frescos originales, una barra de hojalata con grifos conservados de los que mana un vermú sin igual.
C/ de Gravina, 11Desde su fundación en 1906, varias generaciones han mantenido viva la tradición de la taberna clásica en la capital. Hoy es una de las tabernas más simbólicas, cuyos muros han sido testigos de numerosos acontecimientos históricos. Como en sus primeros años, sigue sirviendo el vino dulce El Abuelo y las famosas gambas al ajillo a la plancha.
C/ de Victoria, 12Otro clásico madrileño, famoso por sus espumosas cervezas desde los años veinte. Después de un siglo, los auténticos azulejos del exterior y las polvorientas jarras de cerveza siguen aquí. Cada noche, una clientela agradecida se reúne aquí para saborear recetas de tapas y bebidas tradicionales.
Pl. Jesús, 4Este lugar ha sido testigo de cómo ha cambiado la industria de la restauración a lo largo de las décadas. Gestionado por más de una generación, el legendario restaurante sigue siendo el lugar al que acuden los personajes más importantes de la capital: desde premios Nobel hasta reyes. No es de extrañar, porque a lo largo de su historia, aquí se ha preparado la mejor cocina tradicional vasca.
C/ de Balbina Valverde, 2Este emblemático restaurante lleva desde 1839 trayendo a la capital recetas únicas de la alta cocina francesa. Se cree que el propio Prosper Mérimée, autor de Carmen, convenció a Emile Lhardy para que abriera este local. Hoy en día, el local ha sido renovado, pero ha conservado su historia y su decoración de la belle époque.
Cra. de S. Jerónimo, 8La tranquila calle del mismo nombre esconde una auténtica joya: la cuna del cocido madrileño. La taberna sigue siendo propiedad de la familia que la abrió en el siglo XIX. Después de casi dos siglos, aquí se sigue sirviendo el tradicional cocido a la hora de comer sobre brasas de encina en cazuelas individuales de barro.
C/ de la Bola, 5Otra institución que ha trascendido con confianza siglo y medio para devolvernos a la tradición. Inaugurado en 1880, el café se ha convertido en parte de la historia y la cultura literaria de la ciudad - el premio literario se celebra aquí año tras año.
P.º de Recoletos, 21Este lugar es muy famoso. Desde 1888 trae a Madrid el bullicio y el ambiente de una típica sidrería asturiana. Probablemente la tradición más importante de este lugar, y por supuesto su excelente cerveza, sidra y tapas.
P.º de la Florida, 34Este bar ha conservado hasta el más mínimo detalle de su decoración original de 1922. Hay los mismos viejos carteles de jerez en las paredes, barriles de madera detrás de la barra y muros que recuerdan el humo del tabaco de hace décadas. E incluso la cuenta sigue escrita con tiza en la barra. Además, siguiendo la tradición de las veladas espontáneas, aquí no se puede reservar mesa.
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