La panorámica «Vista de Madrid» de Antonio López se ha instalado definitivamente en el Museo Arqueológico Nacional. Desde el pasado 11 de febrero, este cuadro, perteneciente a la colección BBVA, ocupa un lugar preferente en la Sala 31, convirtiéndose en un puente entre la historia y la modernidad.
Antonio López es un maestro del hiperrealismo, que convierte el lienzo en una ventana al pasado. Su «Vista de Madrid» de 1962 no es sólo un paisaje, sino un momento congelado de la vida urbana: la fachada de un museo, el Jardín de Serrano y una pareja besándose en lo alto de un árbol. Este toque inesperado añade un toque de realismo mágico al cuadro.
Para los arqueólogos, el cuadro es valioso no sólo por su exactitud, sino también por sus detalles históricos: representa la entrada al museo en su forma original, con esfinges y una escalera monumental. Ahora este rincón del pasado forma parte del presente.