Sakiko Nomura es conocida por sus imágenes de desnudos masculinos que combinan erotismo, ternura y misterio. Sus fotografías sumergen al espectador en una atmósfera nocturna misteriosa, brumosa, llena de sombras y sobriedad.
Sin embargo, la exposición va más allá de este género, ya que también incluye imágenes de calles desiertas, paisajes naturales, habitaciones de hotel, fuegos artificiales y fenómenos atmosféricos. Estas imágenes conforman narraciones interrumpidas que recuerdan a escenas cinematográficas.
El comisario Enrique Juncos hace hincapié en los motivos temporales e ilusorios de las obras de Nomura, que crean el efecto de fragmentos de una película que el espectador debe «terminar» por sí mismo.