La sala Recoletos de la Fundación Mapfre acoge la primera gran retrospectiva del pintor español Raimundo de Madrazo, uno de los pintores más cosmopolitas y técnicamente perfectos del siglo XIX. La exposición, organizada conjuntamente con el Museo Meadows de Dallas, permanecerá abierta hasta el 18 de enero.
Raimundo de Madrazo, tercer representante de la famosa dinastía de pintores españoles, comenzó su carrera en París a los 20 años. A diferencia de sus antepasados, no regresó a España, sino que trabajó en Francia y, a partir de 1897, realizó giras de retratos por Estados Unidos, donde se convirtió en el favorito de la alta sociedad parisina y estadounidense.
Al principio, Madrazo pintaba escenas costumbristas con elegantes interiores y colores vivos. A partir de mediados de la década de 1870, se centró en los retratos, convirtiéndose en el favorito de la alta sociedad parisina y estadounidense. En la Exposición Universal de 1878, 14 de sus obras recibieron la primera medalla y el propio artista fue condecorado con la Orden de Caballero de la Legión de Honor. Más tarde, su obra resultó infravalorada, pero una nueva exposición recupera el estilo y el lenguaje de uno de los artistas más cosmopolitas de su época.