Paul Durand-Ruel comenzó su andadura en el mundo del arte en 1865, cuando se hizo cargo de una galería fundada por su padre. Al cabo de un tiempo, se convirtió en uno de los marchantes de arte más famosos de París. Se le conoce como un hombre que dedicó su vida a defender el arte moderno contra los ataques de los partidarios de la pintura académica.
Bajo su patrocinio estuvieron Eugène Delacroix y Gustave Courbet, así como la «escuela de Barbizon». Pero su empresa más famosa fue la promoción de los pintores impresionistas, como Claude Monet, Auguste Renoir y Camille Pissarro. La última aventura de Durand-Ruel fue apoyar y promocionar a una nueva generación de artistas. Se trataba de artistas que trabajaban en el contexto del impresionismo. Tradicionalmente, se les denomina «generación postimpresionista», aunque se pueden apreciar diferentes tendencias.
La exposición Paul Durand-Ruel y los últimos destellos del impresionismo pretende recordar de nuevo al gran mecenas y poner de relieve la obra de cinco artistas postimpresionistas.