El proyecto utiliza realidad virtual de última generación para transportar a los visitantes a las alturas de los Andes. Con unas gafas inmersivas, será posible recorrer templos, terrazas y paisajes como si uno estuviera realmente allí, convirtiendo el aprendizaje de historia y geografía en una aventura propia de explorador.
La actividad está orientada a familias y resulta apta para niños a partir de 8 años, aunque los organizadores recomiendan la experiencia especialmente a partir de los 11. Una propuesta educativa y emocionante que une diversión y conocimiento, pensada para que grandes y pequeños se acerquen a la cultura inca de un modo totalmente innovador. ¡Las entradas saldrán a la venta muy pronto, no te las pierdas!
C/ de Raimundo Fernández Villaverde, 57