Lorenzo Caprile se convirtió en un gran modisto nacional. Al rechazar la moda de la costura prêt-à-porter, se convirtió en el referente de la alta costura española.
El modisto abrió su primer atelier en 1993 en el barrio de Salamanca. Por aquel entonces, ya había estudiado sastrería en Nueva York. Allí adquirió experiencia de la mano de los maestros que exponían sus trabajos en Madison Avenue. Tras completar sus estudios en el Instituto Politécnico Internacional de la Moda, trabajó para las grandes marcas italianas Ratti y Cadena.
Tras alcanzar el éxito, el modisto vistió a la realeza y a actrices de alfombras rojas. Fue él quien creó el vestido que lució la infanta Elena en su boda. Se trata del famoso vestido de noche rojo con el que Laetitia conquistó a todos en la boda. Ahora puede verse en directo en la sala Canal de Isabel II, junto a otros modelos icónicos.
La exposición refleja la evolución del modisto desde sus inicios hasta la fama internacional. Hay fotografías, fuentes de inspiración, cuadros y objetos de decoración.