El Museo Nacional de Artes Decorativas sorprende a los visitantes con una exposición más de la artista Concha García. En sus obras singulares, explora la memoria, transforma objetos reales en piezas cerámicas y crea así una conexión única entre el pasado y el presente.
La exposición presenta las obras más recientes de la artista, así como importantes piezas de diferentes tamaños de su carrera: los enormes Vacío y Almario y el pequeño Soplo. Pero todos ellos comparten una intensidad emocional. Aunque la obra de la artista se basa en la cerámica, también utiliza la escultura, la instalación, el vídeo y el dibujo para maximizar su potencial. Y todos juntos crean un viaje único a través de la memoria.
La serie de cerámicas se compone de diferentes conjuntos que se agrupan por lotes. Se agrupan en un intento infructuoso de archivarlos y organizarlos. Se trata de un gesto poético a partir del cual se construye la propia exposición.