En 1613, el antiguo Alcázar se encontraba en el emplazamiento del actual Palacio Real. En ese año, Felipe II ordenó la construcción de una estructura para recoger el agua del subsuelo y conducirla a través de galerías filtrantes subterráneas hasta el centro. Hoy se las conoce como Viaje de Agua de Amaniel. Estas galerías proporcionaban agua potable a la ciudad; sin embargo, no pudieron soportar los constantes derrumbes y desprendimientos. A lo largo de la historia, los arquitectos han intentado conservarlas y restaurarlas. Aunque las recientes obras de restauración han conseguido recuperar unos 50 metros, este tramo se conoce como el Viaje de Palacio.
El recorrido gratuito le invita a ver las tres galerías, los pozos de ventilación, los pozos de acceso y las hornacinas para colocar luminarias. También podrás descubrir el Arco de la Vieja y conocer la historia de este tesoro de la capital.