En el Teatro Español, hasta el 8 de junio, se representará el drama existencial de Luis Martín-Santos, dirigido por Eduardo Vasco, para conmemorar el centenario del nacimiento del escritor.
La acción se sitúa en la España de los años cincuenta, en una casa donde los agravios tácitos, el miedo, la añoranza y la sed de cambio hierven bajo el mismo techo. Un padre autoritario marcado por el pasado, una madre que vive a la sombra de deseos insatisfechos y unos hijos que sueñan con escapar de los escenarios familiares se ven enfrentados al borde de lo posible.
Este no es solo un drama sobre la familia, sino el viaje interior de cada personaje a través del miedo, la culpa y la soledad hacia la libertad y la verdadera personalidad.