Marta se sube al escenario de La Parroquia del Humor para recordarnos que los deseos no envejecen. Historias divertidas, sinceras y dolorosamente reconocibles demuestran que la vida no se ralentiza a partir de los cincuenta, sino que se vuelve más interesante.
Con la ironía inspirada en Joan Rivers y la garra de Frida Kahlo, Marta convierte los contratiempos cotidianos y los «inconvenientes» relacionados con la edad en una fuente de risas poderosas y purificadoras.
«Nunca es Tarde» es una velada en la que cada arruga dice: «¡He vivido!» y cada espectador se va pensando: «Pero de verdad: no es demasiado tarde».
C/ Desamparados, 11