Es una famosa historia sobre un profesor, Clément Mathieu, que llega a un choque en el que no hay lugar para la música. Él es un antiguo compositor, por supuesto, no tiene ninguna intención de obedecer esta tonta regla. Así que, en las duras condiciones de la posguerra, rompe las normas y revela la belleza de la música a los jóvenes. Su enfoque es único: combina su infancia y los viejos clásicos del cine francés. De esta simbiosis nace la sublime música de Bruno Coulais.
Ahora en el escenario de la capital veremos un musical que nos hablará de la necesidad de la música y de cualquier arte para la humanidad. Se trata de que el arte nos hace verdaderamente humanos.