La experiencia va mucho más allá de los conciertos: los asistentes podrán alojarse en un camping ecológico con bungalows y mobile homes, participar en talleres de arte, literatura y danza, o disfrutar de intervenciones artísticas en el propio entorno del pantano cercano. Además, el sábado se celebrará una comida popular con recetas tradicionales a cargo de Óscar Trujillo, fundador del festival, reforzando ese carácter cercano y comunitario que lo distingue.
Durante dos jornadas, el monasterio se convertirá en escenario de propuestas musicales que van desde la experimentación de Niño de Elche hasta la sensibilidad de Muerdo y la frescura de pablopablo, acompañados de bandas emergentes como Naked Family, Ombligo o Los Telepáticos. Un plan diferente, a menos de una hora de la capital, que combina música, patrimonio y naturaleza en una atmósfera irrepetible. Las entradas, limitadas a 500 personas, ya están disponibles por 80 euros en la web oficial del festival.
Monasterio de Pelayos de la Presa