En el barrio de Vallekas, donde las calles conservan el espíritu del Madrid auténtico, se esconde la Taberna Flamenca El Cortijo, un espacio auténtico donde el flamenco no es para mostrar, sino de corazón. El proyecto Vallekas Flamenca reúne a los mejores bailaores, cantaores y guitarristas para acercar al público el auténtico arte en directo.
Las veladas aquí son un torbellino de emociones: de los desgarradores lamintos vocales al rápido zapateado, de los profundos acordes de guitarra al fuego en los ojos de los bailaores. En el ambiente de cámara de la taberna, el público se convierte en parte del escenario: la proximidad a los artistas realza cada movimiento, cada acorde. Este es el lugar donde el flamenco vuelve a sus raíces callejeras, orgullosas, apasionadas, y revela su rostro sin maquillaje.