Este innovador formato combina gastronomía, tecnología y relato visual para transformar la mesa en un escenario vivo gracias al uso del projection mapping, que convierte cada plato en un capítulo dentro de una historia fantástica.
La experiencia tiene una duración de 90 minutos y ofrece un menú de tres tiempos con alternativas de carne, pescado o vegetariano, además de una versión adaptada para niños de hasta 12 años. Con animaciones que recorren desde los cubiertos hasta el mantel y una banda sonora creada para la ocasión, cada servicio se convierte en parte de un espectáculo multisensorial que busca sorprender tanto al paladar como a la vista.
Pensado para familias, parejas, grupos de amigos o incluso eventos corporativos, Sensory Feast se presenta como un plan diferente en la agenda madrileña. Una propuesta que combina la sofisticación de la alta cocina con la magia de la narrativa visual, ofreciendo a los comensales una velada difícil de olvidar.