La Fuga es reconocida por su cocina abierta donde cada plato es preparado con dedicación. La pasta y la pizza, insignias de la gastronomía italiana, se elaboran diariamente in situ, garantizando frescura y calidad. Además, el café se enorgullece de sus colaboraciones con artesanos locales para ofrecer helados y cervezas únicas que destacan por su sabor y calidad.
Los fundadores, Graciela y Miguel, ambos apasionados del ciclismo, han infundido en La Fuga una atmósfera de camaradería y comunidad. Es un lugar donde los visitantes no solo vienen a disfrutar de una comida excelente, sino también a compartir historias y experiencias en un ambiente acogedor.
La Fuga no es solo un refugio para ciclistas, sino un espacio donde cualquier persona que busque un momento de tranquilidad en la ciudad puede encontrar su lugar. Con una filosofía centrada en la sostenibilidad y la proximidad, el café asegura que cada ingrediente no solo sea fresco y de temporada, sino que también contribuya al bienestar del entorno local.