Lo más notable de este edificio es su diseño minimalista y elegante. Está compuesto por paredes de mármol, columnas de acero, y grandes paneles de vidrio que permiten una integración armoniosa con el entorno. El Pabellón de Alemania se caracteriza por su simplicidad geométrica y la ausencia de ornamentos, lo que refleja el enfoque de Mies van der Rohe en la «menos es más».
En el interior, encontrarás una distribución espaciosa y abierta, con muebles diseñados específicamente para el pabellón. Uno de los elementos más icónicos es el sillón Barcelona, también diseñado por Mies van der Rohe.
Además, el uso de materiales de alta calidad y la atención meticulosa a los detalles hacen que el Pabellón Alemán sea una obra maestra de la arquitectura moderna.
Aunque el Pabellón Alemán original fue desmantelado después de la exposición, se reconstruyó fielmente en los años 80, y hoy en día funciona como museo. Los visitantes pueden explorar esta obra maestra arquitectónica y sumergirse en la estética minimalista y atemporal de Mies van der Rohe.