Como es típico, en Barcelona se rinde honor a toda figura que represente íconos en cualquier ámbito de acción. Este es el caso de Joan Miró, pintor, escultor, grabador y ceramista, nacido en la cuna de la ciudad catalana. Aunque la Fundació Joan Miró fue creada por él mismo en 1975, ha estado activa desde entonces, sin dejar de alzar el nombre del pintor.
La estructura del lugar fue creada por el arquitecto Josep Lluís Sert, quien estableció una comunicación directa con Miró en aquel momento para ofrecerle espacios que fueran a juego con su propia obra. El lugar ofrece numerosas terrazas, tanto interiores como exteriores, que favorecen la circulación del aire y le confiere un clima agradable para sus visitantes. El museo divide sus actividades entre exposiciones temporales del propio Miró y actividades académicas, en colaboración con diferentes proyectos locales, instituciones y entidades de todo el país.
La vanguardia es lo más significativo en sus exposiciones, así como lo fue Miró, en las paredes del lugar se exponen a disímiles artistas con aspiraciones parecidas a las de su fundador. De igual forma, para los jóvenes artistas es una oportunidad de creación y experimentación.
Ya seas parte del mundo del arte o no, visitar la Fundació Joan Miró te brindará una oportunidad única de conocer las mayores fantasías de diversos artistas, y quién sabe, quizás hasta descubras las tuyas en sus paredes.