El Palau Macaya destaca por su fachada decorativa y la combinación de elementos arquitectónicos que representan la creatividad y la innovación de la época modernista. Presenta una rica ornamentación que incorpora motivos escultóricos, detalles de hierro forjado y elementos cerámicos que aportan belleza y singularidad al edificio.
La casa Macaya destaca por su fachada blanca, en la que sobresalen los esgrafiados, y la rara belleza del patio. En esta obra, Puig i Cadafalch fue asistido por el escultor Eusebi Arnau, que dejó un mensaje a su amigo. Es una figura de un ciclista en el capitel de la parte izquierda de la entrada principal. Así, el escultor inmortalizó al arquitecto, que andaba en bicicleta entre la casa Amatller y la casa Macaya en construcción.
En la actualidad, la casa Macaya es la sede de la Obra Social La Caixa, donde se organizan exposiciones, actividades culturales y eventos que promueven la difusión del arte, la ciencia y la cultura. Además de ser una joya arquitectónica, el Palau Macaya es un centro cultural dinámico que contribuye al enriquecimiento cultural de la ciudad.